lunes, 12 de noviembre de 2012

Ni yo sé que necesito

Me siento un completo imbécil con sólo pensar que tengo que contar todo esto, y más aún en un maldito blog, que para colmo no va a leer nadie.
¿Pero qué le voy a hacer? llego siempre a la misma situación de forma automática, de una forma en la que ni yo me doy cuenta... voy dejando pasar los días hasta que de repente, me encuentro aquí.
Ese punto en el que no sientes nada, en el que hasta tú mismo te das igual, un punto en el que sólo ves frustración por no poder conseguir lo que te propones, darte cuenta de que no vales nada.

¿Lo curioso? si miro al pasado no tengo nada de qué quejarme y aún así lo hice, tenía gente con la que hablar, con la que pasar el rato, a la que poder contar en cierto modo mis cosas... personas increíbles y otras no tanto, pero al fin y al cabo tenía algo, ilusiones, fe, sueños... pero tengo la costumbre de estropearlo todo.

¿Hoy? sólo soy una hoja seca que va donde la lleve el aire, con la esperanza de que nadie la rompa en mil trozos... ¿queja? ninguna, tristeza, por pensar todo lo que fuí, todos los planes de futuro que hice con una sonrisa que difícilmente podré volver a ver.

¿Cómo voy a salir de esta? de todos modos, no estoy seguro de querer hacerlo...

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