Cada vez está más decidido, todo empieza ha tomar forma, todo lo que tenía va acabándose, desapareciendo.
Sin prisa, un reloj de arena al cual sus últimos granos, van resistiéndose en el frágil cristal no queriendo caer, aun sabiendo que tarde o temprano lo harán, que habrá siempre un motivo. Saben que los granos caídos no pueden volver, el reloj no puede girar, hacerlo es retroceder, ¿sufrir más?.
Soy dueño de una pequeña caja musical, a la cual no voy a darle más cuerda, pero, sin saber porqué, seguirá emitiendo sonido mientras quiera escucharse, aun que haga tiempo que paró de girar esa delicada figura, deteriorada por tanto y por tant@s. Un sonido especial, no podrás escucharlo fuera de aquí, al fin y al cabo, nunca la has tocado, pero sí podrás hacerlo aquí, un sitio en el que pudo estar y tú también.
¿Solo palabras, no? también mencioné juego antes de obsesión, temporal antes de rutina.
Sin importar el nombre o la acción, sabrás que ha llegado, lo prometo.
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